Un micro que escribí para participar en un concurso, al final, no lo envié.
Buscó y buscó escritores que quisieran convertir su sueño
realidad, pero no encontró a nadie que quisiera hacerlo.
Un día, acudió a un colegio. Allí, conoció a una niña muy
inquieta, muy soñadora, y gran inventora de historias.
Se metió en su
mochila y esperó.
Ana, cuando llegó a casa, se puso a revolver en la mochila
buscando el estuche para hacer los deberes y encontró aquella libreta. Al
abrirla, vio que había unas palabras impresas en ella:
CONVIÉRTEME EN UN CUENTO. GRACIAS.
Ana no tardó ni cinco minutos en ponerse a escribir en
aquella libreta. Y sin darse cuenta escribió el cuento más bonito que pudiera
inventarse una niña.
Y la pequeña libreta, por fin, vio cumplido su sueño...ser
un cuento.
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